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Mis Escritos, Musica y Reflexiones

sábado, 6 de junio de 2009

EL LORITO SERAFÍN (Cuentecito).


El lorito Serafín, era muy popular en aquella isla del pacífico, vivía en la mansión de la familia mas glamurosa de aquel lugar. Tenía las mejores cuidadoras y el sitio mas privilegiado en aquella enorme mansión. Aquella familia habían adquirido al lorito Serafín hacía años, fundamentalmente porque hacían muchas fiestas y el lorito Serafín cantaba y tocaba una pequeña guitarra. Imitaba a todos los cantantes conocidos e interpretaba baladas.
Un día y sin saber muy bien por que, el lorito Serafín dejó de cantar, los dueños estaban preocupadísimos, no entendían que es lo que le estaba ocurriendo, lo llevaron al mejor veterinario de la isla, pero no había motivo ninguno aparente para que no cantara. Poco a poco, el lorito Serafín dejó de tener el protagonismo que siempre había tenido, ya no era el centro de atención en aquellas divertidas fiestas y poco a poco... aquella casa empezó a perder la alegría que siempre la había acompañado.
Al poco tiempo, se dieron cuenta que sólo cantaba y en un tono bajito cuando se acercaba a el una pajarita llamada Priscila, !era tan bonitaaaa!, tenía unos ojos !taaaan grandes! ¡y taaaan expresivos!, entonces se dieron cuenta que el lorito Serafín estaba completamente enamorado. Un día, la jaula apareció vacía, el lorito Serafín ¡se había fugado!.
Pasaron un par de años y nadie sabía del paradero del lorito Serafín. Un día y como por arte de magia, se empezó a escuchar en la lejanía una preciosa melodía... era el lorito Serafín con sus dos hijos loritos y la bella Priscila.
En aquel preciso instante, la casa empezó a recobrar la vida que siempre había tenido, se empezó a llenar de una luz especial y empezó a parecer encantada por tan preciosas canciones, ellos eran los que le daban colorido a toda aquella mansión.
Ni el dinero, ni la grandeza de sus instalaciones, ni el jardín botánico con piscina de roca natural, ni tantas piezas de coleccionismo, ni aquellos muebles importados de lejanos paises, ni aquel servicio que lo mantenía todo impecable tenían la suficiente fuerza para poder superar la alegría que el lorito Serafín y su nueva familia eran capaz de aportar a aquel bonito lugar.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.


A veces... ni el dinero, ni el poder, ni las cosas materiales pueden poner el toque de color y las sensaciones que necesitamos algunos de nosotros en muchísimas ocasiones de nuestra vida.

En otras muchas... el poder, el dinero y las cosas materiales es lo único que puede compensar las carencias interiores de muchos otros.
Angelines, G.L.

4 comentarios:

  1. Asï es de cierto. Nadie se da cuenta de lo estúpido de todo lo vivido..................salvo cuando llego a una edad que sólo queda lamentarse o alegrarse por haber tomado las decisiones adecuadas. No haber valorado lo personal por encima de lo terrenal.

    Goforit.

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  2. "No haber valorado lo personal por encima de lo terrenal", me ha gustado.
    Gracias.
    Angelines.

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  3. muy bonito angelines me ha emocionado sigue escribiendo tqtqt bss mila

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  4. Jo! Mila que ilusión que le haya gustado a una niña como tú, un besito enorme para la niña con mas personalidad que conozco, yo tb tqtqtqtq.
    Angelines.

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