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Mis Escritos, Musica y Reflexiones

miércoles, 3 de junio de 2009

CONVERTIDOR DE DUDAS Y PREGUNTAS.-


Aquel día, Michael W. inventor de máquinas, intentó crear algo realmente revolucionario "una maquina que resolvía todas la dudas y preguntas que se le pudiera presentar al ser humano", aquello iba a ser un pelotazo, todo el mundo lo iba a querer adquirir, sería casi igual de importante que un secador para la mujer o casi que tendría mas prioridad que tener un frigorífico en casa. Invirtió todos sus ahorros y casi tres años de su vida en hacer aquel proyecto. La llamaría La Máquina de la Felicidad y la exportaría a todos los países del mundo, el diseño era innovador, casi galáctico, fácil de usar, consumía poca energía y sobre todo perfecto a la hora de transportar. Todos esos detalles también eran importantes. A los pocos meses, ya estaba en el mercado, no tuvo que invertir demasiado en marketing ni publicidad, aquello era la revolución del siglo XXI. Sólo había que pulsar el botón rojo, hacer la pregunta, esperar unos segundos e inmediatamente te daba el resultado de la cuestión planteada. Además con la garantía de que si no funcionaba, se devolvería íntegramente el importe de la máquina, con lo cual, se empezaron a vender como churros. Los comercios no daban abasto, nadie hablaba de otra cosa, pero a las pocas semanas la gallina de los huevos de oros empezó a hacer aguas. Cuando se le cuestionaban preguntas que venían del corazón se bloqueaba, había que resetear y se desconfiguraba por completo.

Las máquinas no entienden de corazón y tal vez el corazón tampoco de máquinas. Ni el mejor de los inventos jamás podrán resolvernos tantas dudas y preguntas que nos cuestionamos diariamente sobre nuestras vidas, no aprenderíamos a base de experiencia, con lo cual, estaría todo mecanizado y muchos de nosotros dejaríamos de sentir y ni tan siquiera sabríamos llorar por un fracaso o por una alegría, tal vez si eso ocurriera, terminaríamos deshumanizándonos.
Angelines, G.L.

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