CORAZÓN ERÓTICO.-

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A lo único que se había dedicado en su vida era a asaltar sentimientos, cuerpos, miradas, deseos, sexo... aquel juego compensaba su inseguridad, mentía con sus miradas y coqueteos a diestro y sinientro. Aquella tarde, mientras se arreglaba para salir a conquistar corazones, recibió una llamada inesperada, Hugo, su amigo de la infancia que no tenía plan para salir. Aquella noche, decidieron ir a tomar copas juntos, Hugo acababa de salir de una relación y le apetecía despejarse un poco aquel día. Pasaron por los bares de moda de la ciudad.
Ella vestía una mini super ajustada y una camisa transparentosa muy llamativa que atrapaba todas las miradas del personal del local. Hugo en cambio, con aspecto bohemio, discreto como siempre, con barba de tres días, pantalón vaquero y una camiseta del montón. Entre risas y cubatas, se encontraron a un grupo de amigos de toda la vida, mientras el abrazaba a todo el mundo con cara de alegría, ella se contoneaba entre risas pícaras con el personal que sabía que estaba embelesando.
Al rato, Hugo la perdió de vista, miro hacia el rincón del final, una vez mas y como siempre, Lola comiéndole la boca al primero que se le pusiera a tiro. Tampoco aquello era ninguna novedad, mientras Hugo observaba el numerito de siempre, decidió retirarse sin despedirse.
A la mañana siguiente, Lola despertó una vez mas con su trofeo desconocido, aquello era tan excitante para su corazón erótico...

Al mismo tiempo que coleccionaba increibles noches de sexo y abonaba a un corazón del mas inclasificable erotismo, se sentia impregnada de un sentimiento que le hacia sentir que su corazón estaba mueriendo poco a poco por dentro.

Angelines, G.L.