Uno de los grandes malestares podría venir por la agresión que recibió cuando estaba embarazada, en su octavo mes de gestación, su marido le dio un fuerte empujón y cayó sobre la cama, igual podría haber caído sobre el pico de aquella antigua cómoda con tapa de mármol. Jamás recibió disculpa ninguna por parte del agresor, aquella persona estaba disfrazada y ella, por vergüenza jamás contó a nadie lo sucedido. Aquello lo silenció aquellas cuatro paredes. Igual todo aquello, le provocaba esa irritabilidad hacia las injusticias, ante los maltratadores y no toleraba las cosas como los demás,para ella todo lo que oliera a injusticia no tenían justificación. Al parecer, decían los expertos, que la gran victoria de cualquier ser humano está en conciliarse con todas las vivencias traumáticas vividas, por lo cual, no había otra razón más importante: "Por justicia... había que resolver todo aquello".
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