RUMOREAR...

El que te habla de los defectos de los demás, con los demás hablará de los tuyos.

Autor: Denis Diderot.

Mientras mayor me hago menos veo, tengo la vista cansada y me han puesto unas lentes para ello, todo ocurrió cuando me di cuenta que no venia muy bien las indicaciones de mis cremitas y de mis cosméticos que vienen así con unas letras super pequeñitas... Díosss!!! ahí empecé a notar que algo empezaba a cambiar, pero bueno, me fui a que me graduaran  mi vista, y para esas cosillas me pongo unas gafas súper monas y chic, antes muerta que sencilla, así que una cosita solucionada.

Pues sí ahora veía menos, pero notaba que veía otras cosas que cada vez me gustaban menos y me hacía ser menos espontánea y natural, la gente en general habla de todo el mundo, lleva la vida de los demás con demasiada precisión, son demasiado críticos con los errores o con los defectos de las personas; pues si, todos cometemos errores, podemos meter la pata, no estar a la altura, decidir cosas que bajo el punto de vista de los demás no son el mejor acierto, etc...

Pero la realidad, es que cada uno intenta hacer lo mejor por su personalidad, por sus valores y educación, lo más importante, es que debemos vivir nuestra propia vida sin importarnos tanto la vida de los demás, es muy posible que tengamos que reflexionar sobre nuestras vidas para saber también que es lo que falla antes de despellejar a nuestro mejor amigo,  lo peor de todo es cuando se hace por la espalda.

Cada vez veo menos, así que utilizo mis gafitas, pero cada vez veo mas hipocresía entre todos, es una verdadera pena porque entonces te cuesta mucho abrirte y mostrar todo lo que tu eres, terminas cansada de perder el tiempo, empiezas a dudar de quien es quien.

Lo importante es tener la capacidad de que no afecten demasiado las cosas que puedas escuchar de ti, tener la conciencia tranquila, pero sobre todo no entrar en conversaciones que no aporten y sobre todo mantenerse al margen cuando haya cosas que no entren en lo que no quieres para ti y para tu vida.

Y como decía mi padre, "esto es una cadena" donde se transmiten los valores de abuelos a padres, de padres a hijos y de hijos a nietos" así que prefiero perder el tiempo en intentar transmitir a mi hija que a los amigos hay que respetarlos por encima de todo y que hay que ser en la vida ante todo honesta, pero para ello hay que predicar con el ejemplo.

Lo demás, no deja de ser una paparruchá...