No sé lo que tiene esta canción que cuando la escucho me traslada a cuando era jovencita, cuando dibujaba en el aire todos mis proyectos con ilusión, cuando me imaginaba como iba a ser mi vida o como pensaba que iba a llegar a ser.
Cuanto ha llovido desde entonces… una pensaba que la vida se podía programar, fíjate cuanta ignorancia, pero disfrutaba tanto con aquella ilusión... Ahora desde la distancia, te das cuenta que nada se puede programar, que nada se sabe y que nos preocupamos demasiado de cómo nos apetece organizar nuestras vidas… cuando la propia vida es la que te organiza a ti y entonces, notas que no tienes tanto poder, que eres simplemente una motita en el aire y según sople el viento vas bailando de un momento a otro.
Cada día aprendes nuevas cosas, te vas llenando de experiencias, de decepciones y sorpresas, de un sinfín de elementos con los que tenemos que aprender a convivir, la vida ha podido ser peor o mejor, ¿Qué es lo mejor o peor? Lo mejor es poder seguir aprendiendo para no cometer errores que por ingenuidad se cometieron, pero si vuelvo la vista atrás, no cambiaria ni un solo momento de mi vida. Ojalá la vida no me hubiera hecho cambiar algunas cosas de la que me sentía super orgullosa y una de ellas era vivir con “aquella ingenuidad” que me hacía creer en tantas cosas... aunque después me hayan decepcionado.
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