SIN TRAMPA NI CARTON.-

Aquella mañana mientras esperaba en la consulta del médico observaba a un adolescente síndrome de dawn junto a su hermana, hacía tiempo que no veía una imagen tan entrañable, tan sincera y tan auténtica...me produjo tanta ternura aquel instante, que me hizo reflexionar sobre lo que consideramos que es lo normal.

Muchos de nosotros estamos pendientes de no hacer el ridículo, a no bajar la guardia, a veces no decimos lo que realmente sentimos, nos llevamos de vuelta algún abrazo cuando en realidad nos apetecía dejarlo instalado en alguien, algún beso guardado y que jamás regalaremos, evitamos carcajadas o comentarios fuera de lugar, nos disfrazamos de lo que a veces no somos, el fingir que estamos agusto, hacer teatro sin necesidad, ocultar partes de nuestra personalidad por no ser descubiertos, dar una determinada imagen al exterior por lo que pensarán de nosotros.

Ese cromosoma que los hace tan especiales o distintos, es del que deberíamos aprender el resto de los normales, nos ayudaría a vivir con esa auténticidad, naturalidad y espontániedad y poder transmitir al exterior lo que realmente somos por dentro, "sin trampa ni cartón", sin prejuicios, no dudo ni un momento que nos gustaríamos mucho mas y en definitiva al resto.

Ojalá, llegara el día, que algún científico en la materia, pudiera realizar un trabajo de investigación sobre ello para enseñar al resto de la humanidad tantas cosas que nos convertirían en seres mucho mas normales de lo que pensamos que somos.

Es muy triste que cada vez mas, se realicen mas técnicas abortivas en embarazos donde se detecta esta tipo de anomalía; sería una pena que estos seres tan especiales con el paso de los años tendieran a desaparecer de la especie humana, porque considero que tenemos mucho que aprender de ellos.

"Si existiera una tienda en el mundo de sonrisas, ternura y amor con la garantía y la calidad tan desinteresados como son ellos, terminarían cerrandola por falta de existencias".