Hacía tanto tiempo… lo vi pasar, paseando con su mirada prepotente, como siempre, todo era fachada, sabía que detrás de aquella mirada había mucho vacío, en el fondo me daba un poco de lástima.
Algunos vivimos en continua batalla, con talante digno, sin querer bajar la guardia, enfrentados por poder, por dinero, por cosas materiales, por no dar nuestro brazo a torcer, por no querer mostrar nuestro lado débil, por demostrar que somos fuertes, que llevamos la razón, que somos dueños y señores de la única verdad que existe.
A veces podemos estar confundidos, las cosas pueden ser mucho mas fáciles de lo que parecen, pero para eso hay que tener buena predisposición y tener la suficiente humildad para entender que la vida pasa demasiado rápida para todos, que no somos tan importantes, que no somos casi nada y mañana… tal vez nada.
Que da lo mismo... que a lo único que aspiro, es que cuando mire hacia atrás recordando mi vida… lo haga con mi conciencia muy tranquila, pero mientras tanto tengo que ir guardando en una caja enorme, millones de risas, miradas bonitas, cariño, amistad, fuerza de voluntad, entrega, música, besos, paisajes, olor a mar, chocolate… Ese es el mejor regalo que puede acompañarme mientras me encuentre paseando, aunque después me quejo... pero el chocolate no lo puedo dejar atrás y poco mas puedo contar hoy.
Algunos vivimos en continua batalla, con talante digno, sin querer bajar la guardia, enfrentados por poder, por dinero, por cosas materiales, por no dar nuestro brazo a torcer, por no querer mostrar nuestro lado débil, por demostrar que somos fuertes, que llevamos la razón, que somos dueños y señores de la única verdad que existe.
A veces podemos estar confundidos, las cosas pueden ser mucho mas fáciles de lo que parecen, pero para eso hay que tener buena predisposición y tener la suficiente humildad para entender que la vida pasa demasiado rápida para todos, que no somos tan importantes, que no somos casi nada y mañana… tal vez nada.
Que da lo mismo... que a lo único que aspiro, es que cuando mire hacia atrás recordando mi vida… lo haga con mi conciencia muy tranquila, pero mientras tanto tengo que ir guardando en una caja enorme, millones de risas, miradas bonitas, cariño, amistad, fuerza de voluntad, entrega, música, besos, paisajes, olor a mar, chocolate… Ese es el mejor regalo que puede acompañarme mientras me encuentre paseando, aunque después me quejo... pero el chocolate no lo puedo dejar atrás y poco mas puedo contar hoy.
Angelines G.L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario