Lara decidió que tenía que colaborar con alguna causa y pensó: con quien mejor que con personas afectadas por la “enfermedad maldita”. Tal vez con sus conocimientos de Psicología podría poner un granito de arena con los afectados de Cáncer, así que decidió participar activamente con la Asociación Española contra el Cáncer.
Empezó a visitar a los afectados ingresados en Hospitales, aquello era muy duro pero al mismo tiempo le enriquecía tanto que le merecía la pena. Empezó a valorar y a ver la vida de distinta manera, a dar la justa importancia a las cosas, en definitiva le ayudaba a ser mucho mas persona. La experiencia la estaba enganchado y los enfermos empezaron a pasar a convertirse en sus amigos.
Una de las mañanas, al entrar en una de las habitaciones había un nuevo ingreso, era Mar una chica a la que le habían detectado Leucemia. Mar era una persona entrañable y muy dulce, empezaron a hacer terapia, cuando se dieron cuenta se habían convertido en inseparables amigas, había mucha química entre ellas.
El Dr. Ramírez era el médico que atendía a Mar, al cabo de los meses empezaron a tener una bonita amistad los tres, un día, Lara empezó a observar la ternura y la complicidad que el Dr. empezó a tener con Mar, había algo distinto.
Aquella tarde tomando café empezaron a hablar de la evolución de Mar, estaba muy malita, el estaba muy implicado con ese caso. Lara percibió que detrás de la mirada del Dr. Ramírez había algo mas y no se equivocó. El se había enamorado profundamente de su paciente, no pudo evitar declararse a ella en una de sus visitas.
Ella lo rechazó, fundamentalmente porque era un hombre casado y ella no quería convertirse en pieza destructora de una pareja, le argumentaba que no podía ser, además era imposible que se hubiera enamorado de ella con aquel aspecto, sin cabello, nada atractiva, tan débil, tan hundida y sin futuro prácticamente.
El le comentó que lo único que no tenía futuro era su matrimonio, que estaba muerto hacía tiempo y además no tenía hijos, pero nada de aquellas conversaciones podían convencerla.
La fuerza del universo y tal vez la magia del destino decidió unirlos para siempre, terminaron viviendo una preciosa historia de amor y juntos pudieron vencer aquella terrible enfermedad.
Hay historias tan bonitas de personas anónimas, que merecen la pena que sean contadas de alguna manera.
Empezó a visitar a los afectados ingresados en Hospitales, aquello era muy duro pero al mismo tiempo le enriquecía tanto que le merecía la pena. Empezó a valorar y a ver la vida de distinta manera, a dar la justa importancia a las cosas, en definitiva le ayudaba a ser mucho mas persona. La experiencia la estaba enganchado y los enfermos empezaron a pasar a convertirse en sus amigos.
Una de las mañanas, al entrar en una de las habitaciones había un nuevo ingreso, era Mar una chica a la que le habían detectado Leucemia. Mar era una persona entrañable y muy dulce, empezaron a hacer terapia, cuando se dieron cuenta se habían convertido en inseparables amigas, había mucha química entre ellas.
El Dr. Ramírez era el médico que atendía a Mar, al cabo de los meses empezaron a tener una bonita amistad los tres, un día, Lara empezó a observar la ternura y la complicidad que el Dr. empezó a tener con Mar, había algo distinto.
Aquella tarde tomando café empezaron a hablar de la evolución de Mar, estaba muy malita, el estaba muy implicado con ese caso. Lara percibió que detrás de la mirada del Dr. Ramírez había algo mas y no se equivocó. El se había enamorado profundamente de su paciente, no pudo evitar declararse a ella en una de sus visitas.
Ella lo rechazó, fundamentalmente porque era un hombre casado y ella no quería convertirse en pieza destructora de una pareja, le argumentaba que no podía ser, además era imposible que se hubiera enamorado de ella con aquel aspecto, sin cabello, nada atractiva, tan débil, tan hundida y sin futuro prácticamente.
El le comentó que lo único que no tenía futuro era su matrimonio, que estaba muerto hacía tiempo y además no tenía hijos, pero nada de aquellas conversaciones podían convencerla.
La fuerza del universo y tal vez la magia del destino decidió unirlos para siempre, terminaron viviendo una preciosa historia de amor y juntos pudieron vencer aquella terrible enfermedad.
Hay historias tan bonitas de personas anónimas, que merecen la pena que sean contadas de alguna manera.
Basado en un hecho real,aunque todos los nombres han sido modificados para garantizar el derecho de la intimidad de las personas afectadas.
Angelines G.L.
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