Julián pasó a recogerla al trabajo, dos besos fríos, una mirada desafiante y dos horas de autismo es lo que recibió por parte de ella. Como la conocía, optó por no hablar de momento y con ese talante llegaron a casa de Julián. ¿María como ha ido el día?; mal, no me gusta la mirada de ese maniquí programado que me ha estado hablando, es un capullo y un fantasma. María había heredado de su abuela Esther a interpretar las miradas, nunca fallaba. Sabía que aquella mirada era oscura, ese tío no era de fiar. Y tu, ¡que sepas que eres un inmaduro, un impresentable y un gilipollas!. Julián se quedó callado, era lo mejor en aquel momento, la conocía lo suficiente; decía tres improperios para desahogarse, pero nunca pasaba nada. Se limitó a poner algo de música “Llueve sobre Mojado de Fito y Sabina“, aquello relajaría a María.
Se instalaría en la habitación de invitados hasta que encontrara un estudio para alquilar. Julián era uno de sus mejores amigos desde la niñez, siempre había estado ahí, peleaban como un matrimonio desgastado, reían como dos adolescentes embriagrados y se necesitaban como los amantes enganchados, pero jamás hubo nada entre ellos, se respetaban y querían como hermanos.
Julián estaba bien situado, siempre había sido un superviviente, trabajaba como Asesor en una Consultoría, pero tenía un problema, era adicto al sexo, no era capaz de saciarse con nada, era obsesivo y se estaba metiendo sin darse cuenta en un túnel oscuro del que era difícil retroceder. Coqueteaba con todo lo prohibido, se tiraba a todo lo que llevara faldas, salía de putas y fantaseaba todo el día con las chicas imaginándoselas desnudas y en posiciones eróticas. Ya no controlaba, todo aquello lo empezó a controlar a el.
Julián estaba bien situado, siempre había sido un superviviente, trabajaba como Asesor en una Consultoría, pero tenía un problema, era adicto al sexo, no era capaz de saciarse con nada, era obsesivo y se estaba metiendo sin darse cuenta en un túnel oscuro del que era difícil retroceder. Coqueteaba con todo lo prohibido, se tiraba a todo lo que llevara faldas, salía de putas y fantaseaba todo el día con las chicas imaginándoselas desnudas y en posiciones eróticas. Ya no controlaba, todo aquello lo empezó a controlar a el.
(continuará...)
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