Tengo que dedicarte unos versos ti,
que me atrapaste desde que te vi.
Cautivadores atardeceres dorados...
que eclipsan miradas para siempre.
Arena blanca fundida sobre
tu plateadada alma cristalina.
muero por verte...
que me atrapaste desde que te vi.
Cautivadores atardeceres dorados...
que eclipsan miradas para siempre.
Arena blanca fundida sobre
tu plateadada alma cristalina.
muero por verte...
Brisa seductora sostenida sobre
la sensual danza del vientre de tu oleaje.
Armonía hasta en tu levante enfurecido,
Muero por verte…
me plantaría en un rincón de tu orilla
para así no dejar de sentir la silueta
de ese cercano continente,
me quedaría ahí… para siempre.
Un sueño,
“Fundirme contigo el día que me llegue la muerte”.
la sensual danza del vientre de tu oleaje.
Armonía hasta en tu levante enfurecido,
Muero por verte…
me plantaría en un rincón de tu orilla
para así no dejar de sentir la silueta
de ese cercano continente,
me quedaría ahí… para siempre.
Un sueño,
“Fundirme contigo el día que me llegue la muerte”.
-De Angelines para Tarifa-
Angelines, G.L.
Enhorabuena por tu blog. Está muy bien. La foto y el poema de tu inauguración, una maravilla ¡Adelante con él! Tu puedes. Besos. E. C.
ResponderEliminarMuy bonito poema, además dedicado a un pueblo en el que he pasado los primeros días de septiembre, sin levante, el sol..., lo único malo fue el incendio que casi nos tienen que desalojar del hotel. En fin, genial.
ResponderEliminarUn saludo