CUATRO TABLAS.

A veces, como dice mi madre... es inevitable que ocurran cosas para darte cuenta de otras muchas.

Nadie nació con la sabiduría necesaria para lidiar con tantas tempestades que nos encontrariamos por el camino, la propia vida se encargaría de ello, algunas veces había tempestades tan destructivas que pasaban arrasando, provocando ruinas y daños irreparables.

¿Y ahora que hacemos? Reconstruir todo lo que tanto costó encontrar y tan difícil era mantener en pié, las estructuras con los años se iban debilitando, y así... continuamente, pero había que seguir luchando para construir siempre algo sólido, fuerte y hermoso.

¿Había ladrillos? no que va, ahora las cosas no estaban para comprar ladrillos, eran tiempos complicados, pero bueno, también se podía sobrevivir con cuatro tablas y un pequeño toldo medio roido, que podían crear algo acogedor.

El objetivo era mantener las cuatro tablas derechitas, aunque el pequeño toldo de vez en cuando salía volando... pero bueno, se volvía a amarrar con pequeñas cuerdas que se iban encontrando por el camino.

Los recursos y las ganas de mantener algo firme, es lo que consigue que las personas puedan luchar contra vientos y mareas, pero para que eso ocurra, todas las manos y las fuerzas deberían estar  preparadas, fuertes,unidas y en el mismo lugar e impedir así, en el momento que empezara a rugir el huracán, que no se movería ni una sóla puntilla de aquello que tanto trabajo había costado apuntillar.

Ese trabajo que  tanto esfuerzo costaría, no se lo podía llevar ninguna tempestad caprichosa que venía destruir ilusiones, cuatro palos, vidas, esfuerzo, un toldo roido y cuatro cuerdas que es lo único, que igual, se pudo conseguir.

Ese humilde refugio no se lo llevaría nadie y por todos los muertos del mundo (q.e.p.d. y con todos mis respetos), si eso se permitiese, entonces es que algunos, no le dan el valor a lo más importante que tanto trabajo costó conseguir. Esas cuatro tablas serían sagradas, si no se comprendiera así, lo mejor sería  empezar a asimilar que hay personas que no le dan valor ni a sus propias vidas.

Si eso ocurriera, entonces habría que ir entendiendo, que las cosas ocurren por algo...